Porta do Alen (La puerta del más allá)

Todos, en uno u otro momento, hemos deseado poder hablar una vez más con aquellos que ya no están entre nosotros. Y el que no lo ha deseado no lo dudes, tarde o temprano lo hará.

 

Cuenta la tradición oral que poder comunicarse con el más allá es posible. Que para ello existen ciertos lugares mágicos en los cuales nuestros ancestros levantaron templos, monolitos, o que simplemente los marcaron con símbolos más o menos reconocibles y más o menos visibles que hiciesen posible su posterior identificación y en los cuales aún a día de hoy, siguiendo una serie de inquebrantables rituales, es posible cruzar al otro lado, es posible cruzar a la otra dimensión y mantener allí algún tipo de contacto con el mundo de los espíritus.


Hoy estamos en unos de esos lugares mágicos que se encuentra en Galicia. Estamos en la Serra do Cando, en la llamada “montaña máxica” del Monte Seixo. Allí nos encontramos lo que a simple vista parece un montón de rocas que “de manera puede que casual” forman sin duda al menos una curiosa forma. Nos encontramos ante la Porta do Alén (Portalén), también conocida como la puerta del más allá. Una puerta de origen desconocido que se dice tiene el poder de comunicar el mundo de los vivos con el mundo de los muertos.

 

PARA MUCHOS SE TRATA DE UN PEQUEÑO STONEHENGE GALLEGO EN EL CUAL, durante el solsticio de invierno, el sol se pone a través de esta misteriosa y milenaria puerta.

 

Para algunos se trata de una formación casual de rocas creada hace miles de millones de años, surgida con los mismos movimientos de la Tierra de los cuales nacieron los mismísimos montes gallegos. Mientras otras voces atribuyen esta formación a la mano del hombre. La mitología y la tradición oral gallega relacionan su origen con la propia existencia de sus antepasados Celtas.

 

Sea como sea, lo cierto es que la puerta del más allá ha sobrevivido miles o millones de años llegando hasta nuestros días. Ni siquiera la llegada del cristianismo pudo evitar que su leyenda llegase a día de hoy y que esta puerta se siga utilizando para cruzar esa frontera que todos deseamos traspasar en algún momento de nuestra vida.


Llegar hasta la puerta es hoy en día mucho más fácil de lo que lo fue antaño, en gran parte por culpa de la “aberrante” idea de crear en la zona el Parque Eólico Serra do Cando. Aun así, el viaje a la sierra que cuenta con altitudes que superan los 1000 metros en los picos más altos, no es que sea tampoco una tarea sencilla para todo el mundo.

Una vez en el lugar y llegado hasta la base de la mismísima puerta, tendremos que subir finalmente una especie de pequeños pasos de escalera tallados en la propia roca. Antes de cruzar la puerta al igual que antes los hicieron nuestros ancestros, es necesario y muy importante recordar que la puerta debe de ser cruzada en soledad y siempre respetando el rito de hacerlo de Norte a Sur.

Una vez traspasado el umbral debemos depositar en la zona una ofrenda en honor a las almas del más allá. La dádiva puede ser en forma de alimento u otro bien físico. Pan, velas, flores, aceites, bebidas, monedas, etc. Eso sí, se debe siempre ser muy respetuoso y no dejar desperdicios ni objetos que pongan en peligro la zona.


Ya en el otro lado, cada uno sentirá sensaciones bien distintas. Lo cierto es que antiguamente el lugar debía de ser realmente estremecedor, sobre todo en los fríos días del invierno gallego. Aun hoy la niebla, que suele envolver repentinamente la zona, puede sorprendernos y sobresaltar incluso a los más valientes. Tras la ofrenda y unos minutos de relajación, podemos ahora iniciar la comunicación con el más allá, motivo de nuestro viaje.

 

Es importante saber que sólo debemos realizar una pregunta a los espíritus que habitan en el otro lado, a nuestros antepasados fallecidos. Luego, en silencio y de manera siempre respetuosa (algo que no me cansaré de decir) aguardaremos la respuesta que nos llegará con el viento.

 

Ni la pregunta ni la respuesta se podrá contar nunca a nadie, ni antes ni después de ser realizada. Se trata de una comunicación personal que bajo ningún concepto debe de ser compartida. De ahí la importancia de realizar el ritual en soledad y aguardando nuestro turno (si fuese necesario) para cruzar al otro lado. En caso de incumplir este requisito, cuenta la tradición que sufriremos una repentina e incurable afonía que nos impedirá volver a comunicarnos de por vida a través de nuestra voz.

 

Cuando creamos conveniente, deberemos abandonar el lugar, eso sí, imprescindible hacerlo ahora cruzando de nuevo la puerta y haciéndolo en esta ocasión cruzando de Sur a Norte. Acto también muy importante pues de no hacerlo correctamente nos arriesgaremos a quedar atrapados para siempre en el mundo de los espíritus.

 

 

MARCO DO VENTO

Casi al pie de la Porta do Alén encontramos O Marco do Vento (El Marco del Viento), un menhir de más de cinco metros de altura que de manera imponente anuncia nuestra llegada al territorio del mundo de los muertos. De origen igualmente desconocido, algunos estudiosos aseguran que éste no perteneció a los celtas ni a otras civilizaciones más antiguas, sino a los romanos, quienes lo utilizarían como indicador para marcar los límites de las tierras conquistadas. Esta hipótesis dicen que puede ser real ya que su forma se asemeja a otras piedras romanas utilizadas para ese mismo uso.


ERMITA Santa MARIÑA DO SEIXO

Muy cerca también de la Porta do Alén encontraremos otro lugar de culto que no debemos dejar de visitar, se trata de la pequeña Ermita de Santa Mariña do Seixo. Una sencilla y cuadrangular capilla con puerta adintelada y rematada con una pequeña espadaña con campanario sobre la cual que reposa una cruz de piedra. A ambos lados de la puerta encontramos un par de ventanas rectangulares y frente a la fachada de la iglesia tenemos un pequeño atrio a juego con toda la construcción.


Sobre el origen de esta Ermita apenas se sabe nada. Una de las primeras referencias escritas que se conocen se remonta al año 1614, y esto es así porque la mayoría de las escrituras notariales de la parroquia de Caroi están datadas a partir de esa fecha.

Durante muchos años la capilla fue objeto de una gran romería, lo que nos indica la popularidad que contaba este lugar que seguramente fue inicialmente un refugio cristiano para los pastores de la zona. La necesidad de pasar largas y muy duras temporadas con el ganado a esta altitud crearía la necesidad de un pequeño lugar para orar.

 

Existen en la actualidad dos corrientes distintas sobre el origen de esta Ermita. Por un lado están los defensores de que la capilla fue construida por los monjes del Monasterio de Oseira. Basando esta posibilidad en que estos construyeron también la cercana Neveira do Seixo. Por otro lado están los que opinan que su construcción se debe a los monjes del Monasterio de Tenorio. Estos últimos la construirían con el fin de señalar el límite de sus dominios pues es aquí donde también terminan las tierras del municipio de Cotobade (Coto de Abad)


Este, como otros muchos lugares, ha sido dañado casi de manera irremediable por la mano del hombre, quién con la excusa de preservar y cuidar la naturaleza busca energías alternativas que en muchos casos, lejos de favorecer en lo más mínimo, dañan la tierra siendo al final la propia naturaleza que decían querer preservar la que más dañada sale.



PORTA DO ALÉN (PORTALÉN)

PUERTA DEL MÁS ALLÁ

Cima del Monte Seixo

Serra do Cando

Entre los ríos Verdugo y Lérez

Cerdedo – Cotobade

A Lama (Pontevedra)

 

O Marco do Vento
O Marco do Vento

En este bello lugar está ambientada

la enigmática novela “La Puerta”

 

Uno de los éxitos literarios del escritor pontevedrés Manel Loureiro



RECUERDA

Para que todos podamos disfrutar de nuestra visita a este y otros lugares similares, es muy muy importante que respetemos y cuidemos el entorno que visitamos. Nunca dejéis atrás nada que delate vuestra presencia. Cuidar todo lo que veáis y no molestéis al resto de visitantes. Si realizáis vuestra visita con un animal de compañía, vigila su comportamiento y no olvides limpiar lo que ensucie. Los visitantes, adultos y niños, que realicen su visita después de vosotros os lo agradecerán.